sábado, 10 de mayo de 2014

Dewey, John y su aporte a la Educación












Dewey nació en 1859 y falleció en el año 1952, después de una larguísima trayectoria como educador, filósofo, académico y maestro de generaciones de pedagogos. Si bien la carrera de Dewey se inicia en el terreno de la filosofía, pronto descubriría que su vocación y su interés estaban en la educación. Se caracterizó por la crítica al sistema educacional de los Estados Unidos. Su de encuentro con la educación le lleva a pensar que la democracia es  libertad y que a la educación le corresponde despertar las condiciones para que la sociedad siga ese ideal libertario. La tesis doctoral de Dewey, de 1884, se refirió a la psicología de Kant y se mostró siempre  entusiasmado con la ideología moral de ese filósofo, para quien nunca el  es un medio sino un fin en sí mismo.
La actividad que le permitió el  real con la educación se inicia al graduarse en la Universidad de Vermont en 1879 y tomar el cargo de maestro en Pennsylvania y lego en Vermont, para continuar los estudios de filosofía en la universidad John Hopkins. Después de su matrimonio, aceptó un cargo en la recién fundada Universidad de Chicago, donde adjunta al Departamento de Pedagogía, en 1896,  crea una escuela experimental que llevaría su nombre y fue famosa entre los educadores de su tiempo. En ese ambiento académico innovador pasará Dewey diez años que serían fecundos para el desarrollo de su filosofía de la educación.
   Dewey rechazaba los métodos autoritarios en la enseñanza y señalaba que el niño aprende a través de actividades en que la realidad esté presente; creía también que la educación que recibía el pueblo norteamericano era pobre e insatisfactoria y que no entregaba la preparación adecuada para las exigencias de la  democrática. Creía firmemente que no era suficiente que la escuela preparase para la vida  del ciudadano, sino que esa misma educación debía tener pleno sentido para el alumno durante su realización. Rechazaba a la antigua pedagogía norteamericana que únicamente quería que el niño recibiera y aceptara lo que le entregaba el maestro, al que le bastaba la disciplina del niño y su docilidad en la clase. Dewey esperaba que se le permitiera al niño expresar sus impulsos  y la pedagogía debía estar a la altura de las necesidades del niño. Nada de métodos aburridos, estáticos y rutinarios, ajenos a la realidad social de los Estados Unidos, con una fuerte movilidad social y con una actividad industrial y comercial enormes y donde los individuos muestran competitividad que requiere de pensamiento innovador y de cierta originalidad.
   Las obras de Dewey apuntaron hacia establecer una filosofía pedagógica pragmática, de aplicación a la vida real. Veamos los principales títulos:Psicología (1887), La escuela y la sociedad (1889), Democracia y Educación(1916), La  en la filosofía (1920), Naturaleza humana y conducta (1922), La búsqueda de la certeza (1929), El arte como  (1934),Lógica: la teoría de la pregunta (1938) y Problemas del hombre (1946.
   Los educadores chilenos del segundo cuarto del siglo XX recibieron la influencia de Dewey y de Herbart y podemos seguir esa influencia en los estudios introductorios a los Planes y Programas que editaba el Ministerio de Educación y en las llamadas Escuelas Experimentales, las que formaron y acogieron a los mejores maestros del país y constituyeron centros de interés para la demostración de pedagogías innovadoras. Dada la importancia de estas escuelas, nos referiremos a ellas más adelante.
Volviendo a los principios del siglo XX en Chile, como señala Meller (1996:25), en el país surgen  partidos obreros antes de la revolución Rusa de 1917, lo que a su parecer, junto a la concentración de grandes grupos de obreros en torno a la minería, “……configuran a principios de siglo  una estructura sociopolítica relativamente avanzada  en un país económicamente subdesarrollado”. La creación de los sindicatos,  las ideas socialistas propagadas a partir de la Revolución Rusa, el accionar  de los partidos políticos como el Radical; el apoyo de los masones y de personalidades progresistas, y las ideas de pedagogos influyentes como Dewey, Decroly, y otros,  significó un enorme logro para el país, en el año 1920: la educación obligatoria.
Obras principales de Dewey: Escuela y sociedad (1899), Experiencia y naturaleza (1925), Arte y experiencia (1934), Lógica, teoría de la investigación1938).

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